A mi hermano Jak que me ha apoyado,
en el
trascurso de esta novela.
PROLOGO
La verdad para ser una
chica de 14 años, me ha sucedido una trágica historia en una excursión que
decidieron planear los compañeros de mi clase; Supe que no sería buena idea,
algo malo sucedería, me lo supuse pero mi amiga Sandra insistió en que fuera,
me engatuso diciendo que iba a llevar a su amigo Sergio, el cual me gustaba.
Al final acabe yendo
pero… Maldita la hora en la que dije que sí.
Yo no sabía dónde íbamos
de excursión aunque, según como es mi tétrica amiga me había hecho una idea.
Ese día fuimos bastante de la clase, estaban Roberto, Manuel, Miguel Ángel,
Cinthya, Adrián, Farah, Nerea, Bea, Sandra y luego amigos como la prima de
Sandra María, un amigo suyo Alejandro y el que más me interesaba de todos los
que fueron Sergio.
Aunque con la macabra
historia que sucedió me resulto difícil aprovechar tiempo con él.
1
Esta mañana me pesan los
ojos como nunca, es la última vez que me quedo despierta hasta tan tarde
estudiando para el examen de Biología. Solo deseo que acabe esta mañana, es
insoportable un viernes y con clase, os podéis creer que horror.
La mañana termino, al fin
libre de las garras del colegio, estaba saliendo por las puertas del colegio
cuando:
- ¡IRENE! - Me gire rápido para ver quién era y vi a mi amiga
Sandra sofocada.
- Sandra. ¿Qué pasa? ¿Está todo bien?
- Si, si todo perfecto pero quería contarte una cosa - Yo fruncí el ceño, cuando Sandra tiene que contar
alguna cosa, o es una mala idea, o son bobadas pero igualmente conteste.
- Sorpréndeme - dije con voz sarcástica.
- Veras… he estado hablando con algunos chicos y chicas de clase que os
parece si para este fin de semana hacemos una excursión al castillo de las
afueras. ¿Qué te parece?
- No se Sandra…
- Venga será divertido, anímate además es Viernes, saldríamos hoy y
volveríamos el Domingo.
- Y, ¿por qué al castillo? No
puede ser a un sitio más normal…
- Irene ni que no nos conocieras a mí y a los chicos jejejeje. Venga
ven por favor… - Ella me ponía su cara de cachorrito mal herido pero
esta vez no iba a funcionar.
- No creo que vaya Sandra. Ya sabes lo que opino con ir a sitios así.
- Anda que van todos.
- Con todos…a cuantos te refieres.
- Pues… a Miguel, Adrián, Manuel, Roberto, Farah, Nerea, Bea y bueno…
también tenía pensado invitar a Alejandro y Sergio - El nombre de este último hizo que me ruborizara, ella sabe de sobra
que me gusta por eso lo invita, porque sabe que si el va yo iré. Es más lista
de lo que parece.
- Bueno Irene entonces… Vienes.
- Vale… - qué remedio solo con que no me mareara más y porque
va Sergio que si no… ni iba, quien iría a sitios tan siniestros aparte de gente
como mi amiga Sandra.
- Genial pues hemos quedado para ir a las 6:30 en
Goyo nos vemos allí - Después de despedirnos me dirigí a casa, tengo que
ir preparando la mochila para ver que llevare a esa extraña excursión. Me
tendré que llevar ropa cómoda.
Ya se
acercó la hora para la quedada, estoy ansiosa y preocupada por una parte.
Porque tendríamos que ir a ese sitio, aunque espero que sirva de algo esta
excursión para tener algo con Sergio, me gusta desde la primera vez que le vi.
Sus
ojos brillantes de color marrón, esa sonrisa perfecta y sus rasgos perfectos de
chico deportista amante del patinete y deportes de riesgo y no solo eso me
gusta de él, también es un chico agradable, gracioso, dulce, tierno… lo tiene
todo es mi chico perfecto.
2
Ya
estamos caminando hacia nuestro destino. Todos parecen animados, Farah y Nerea
como siempre se están riendo y Sandra, Bea y María están con los demás delante.
Yo mientras me mantengo algo alejada a lo que siento unas manos tocarme la
cintura. Yo me estremecí y sin dudarlo me gire rápido para ver quién era. Al
girarme me quede mirando unos ojos marrones claritos, no podía ser cierto, ahí
está el chico de mis sueños, agarrándome de la cintura y mirándome. No pude
evitar estar nerviosa, siento como me tiemblan las rodillas en este momento.
- Porque no vienes con nosotros - Enserio me estaba preguntando eso a mí. Simplemente no estoy porque me gustas y me
pongo nerviosa al estar cerca de ti pero… como le iba a decir eso ahora
teniéndolo tan cerca. Sentía como me ardían los mofletes en ese instante.
- Pues… Eeem… No quería parecer pesada - Esa fue la respuesta más estúpida que pude decir.
- A qué se debe que estés roja - Me dijo con una voz picara- venga, ven con nosotros que no comemos.
- Vale… - En ese momento me agarro de la mano, eso que
significa que le gusto o que solo quiere ser mi amigo o… bueno que más da lo
que sé es que vamos agarrados de la mano es un gran paso.
Después
de un paseo de 1 hora de caminata, llegamos al castillo, a mí el camino se me
paso rápido, ya que iba agarrada de la mano del chico de mis sueños mientras
reíamos y hablábamos.
- Chicos ya estamos aquí - dijo Sandra con una sonrisa en la boca mientras
miraba el portón del castillo.
- ¡ALELUYA! - gritaron al unísono Nerea y Farah.
- No os quejéis que no ha sido para tanto, oye Sandra ¿Dónde vamos a
hacer el campamento? Tú eres la que conoce la zona - dijo Miguel curioso.
- Conozco un claro en jardín del castillo, ¿nos situamos para esta
noche y exploramos el castillo? - dijo Sandra, sin duda ella como siempre tan
aventurera y segura de sus palabras
- Entonces todo está perfecto, el único problema es…
¿cómo nos ponemos en cada tienda de campaña?-dije yo esperando que dijera que me tocaba con Sergio.
- Si porque yo no quiero que me toque con una de
estas que fijo que roncan- dijo Adrián bromeando
- ¡OYE! Que yo no ronco - salto Cinthya en su defensa, todos los demás reíamos mientras
discutían.
- Bueno, ¿cómo nos vamos a poner en las tiendas de
campaña? - pregunto
Sergio mirándome a mí con una sonrisa, era tan adorable. ¿Sentiría él lo mismo
que yo?
- Bueno… vamos a hacerlo por sorteos para que nadie se enfade ¿vale? - En ese momento Sandra saco una bolsa con papeles en
los que ponía los nombres de todos. Parece que ya había pensado en todo.
Unas
cuantas horas más tarde ya teníamos echo el sorteo y habíamos montado el
campamento, Sandra tenía todo bien organizado, sin duda quería que esta
excursión saliera bien. Tenía todo bien preparado había traído comida
suficiente para dos días o más y nos había dicho que trajéramos sacos que las
tiendas las traía ella pues, dicho y hecho, ahora todos estábamos con sus
parejas correspondientes en cada tienda. A Farah y Nerea les toco juntas, a
Roberto y Manuel, a Miguel Sandra y Alejandro, a María y Bea, a Adrián y
Cinthya.
Y por suerte a mí me tocó con Sergio, esto iba
a ser interesante, dormir en la misma tienda con él. Encima hoy no se había
separado de mí eso puede ser algo, ¿le gustare?.
- ¡LA CENA YA ESTA! - Ese grito que Bea chillo provoco que todos fueran
alrededor de la hoguera donde se colocaron unas piedras y un tronco funcionando
como silla.
Todos comemos sin decir palabra sin duda teníamos hambre y los
espaguetis están deliciosos.
Tiempo después todos
decidimos irnos a la cama ya estábamos cansados tanto camino hecho hasta llegar
aquí. Sergio hace que este sea mi mejor fin de semana sin duda. Al entrar a la
tienda me fui directamente al saco de dormir, me introduje dentro y acomode la
almohada.
Sergio se echó delante de
mí y yo al ver su cara le sonreí, el me devolvió la sonrisa haciéndome sentir
la chica más feliz del mundo.
- Buenas noches Sergio - dije cerrando los ojos
- Buenas noches Irene. Oye, ¿puedo decirte una cosa que quería decirte
hace mucho- en ese momento abrí inmediatamente los ojos, que es
lo que me dirá.
- Claro
- Me gustas mucho Irene, en realidad me gustas desde el primer día que
te vi- yo me quede paralizada enserio me estaba diciendo
eso, a mí, ahora. No será que esto es un sueño.
Me pellizque
disimuladamente, era real.
- Sergio tú también me gustas, y no sabía cómo
decirte la ver…- antes de darme cuenta, él me estaba besando. Parece
ser que el con oír un tú también me gustas es suficiente.
- Ahora sí que puedo decir buenas noches- sonreí y me beso la frente.
3
Un grito nos despertó,
será un bicho lo más probable, pero igualmente salimos a mirar a ver qué
pasaba.
Al salir todos observamos
la imagen más repugnante y perturbadora del mundo.
-¡SANDRA, NO! - chille de
dolor, no podía ser cierto no podía estar pasando esto, ¿quién a echo esto?. Estaba
colgada boca abajo, chorreaba sangre que le salía de múltiples heridas y rajas.
- ¡NO! ¡POR QUE ELLA, TENDRIA QUE HABER SIDO YO!- chillo con desesperación mientras lagrimas caían
por sus mejillas.
Todos llorábamos ante ese
suceso, no podíamos creer que esto estuviera pasando, solo somos niños, porque
nos hacen esto.
Miguel y Roberto se
dignaron a descolgar el cuerpo moribundo para hacer lo que ella siempre quiso y
la frase que siempre repetía:
”Si me muero yo quiero que me queméis”
Así hicieron pero antes
de quemarla observamos en su cuerpo la escritura “fuera de aquí”. Quien quería
que nos fuéramos.
Mientras el cuerpo se
consumía en cenizas todos llorábamos. No podía creer lo que había pasado, no
sabíamos que pasaba pero había gente que no quería estar ahí, se fue como las
letras sangrientas del cuerpo de Sandra decía. Cinthya, Adrián, Manuel, Bea y
María no querían acabar como la desdicha de Sandra y huyeron.
Mientras todos mirábamos
como se quemaba el cuerpo, con lágrimas en los ojos, yo observe algo cerca del
castillo.
Una sombre, una sombra de
un hombre esbelto me acerque un poco mientras todos me miraban desconcertados.
No sé si mis ojos me han dado una mala pasada o es que… hay un fantasma.
No podía ser algo tan
sobrenatural como un fantasma, no ha podido causar una muerte así no puede ser.
Esa sombra se desvaneció
a través del muro. Yo corrí y me adentre en el castillo, quería seguir a esa
sombra, quería saber quién le había hecho eso a mi amiga, lo tenía que hacer
por ella.
Corrí por los pasillos
siguiendo a esa figura extraña, mi imaginación me decía que quería mostrarme
algo.
De repente note un
escalofrió por mi cuerpo, me detuve frente a una puerta al final del camino,
observe el pomo durante unos segundos y respire hondo.
Tome el pomo y lo rote,
empecé a abrir poco a poco, al abrir del todo, observe la habitación
detenidamente.
Me sobresalte al ver una
mesa con velas, una mesa llena de sangre con un signo extraño.
- Este signo… me suena de algo, espero saber que pasa
aquí esto es por ti Sandra, porque nos trajiste aquí, no podía ser otro sitio
tendrías que estar viva- comencé a llorar.
En este silencio mientras
lloraba escuche pasos, rápidamente me escondí intente aguantar mis sollozos y
mi respiración.
- ¡ESTUPIDOS! ¡Tenían que venir aquí! ¡No hay más sitios que tenían que
venir aquí!- El señor
procedente de esa voz empezó a llorar, yo no entendía nada, no sabía si salir
para que me diera respuesta o quedarme en el escondite, pero sin querer me
corte con un cristal en el suelo y al quejarme el me escucho.
-¿Quién anda hay?
Mi corazón empezó a latir
rápidamente al escuchar cómo se acercaba el hombre hacia mí, ¿será este el fin
de mi vida?
4
Comencé a llorar del
temor, visualice como se subía la tela de debajo de la mesa, pero, me tape la
cara con las manos como si eso me fuera a proteger de algo.
- No me hagas nada, por favor - es lo único que salió de mi boca el miedo corría por mis venas, y mi
pierna sangraba por el corte.
- Tranquila, tranquila yo no soy el que le ha hecho eso a tu amiga - él me agarro y me saco de debajo de esa mesa.
Me empezó a curar la
pierna con una tela que encontró, le puso un poco de agua y luego la vendo con
el resto de la tela.
- Porque tuvisteis que venir aquí. No tendríais que estar aquí. Tenéis
que iros de aquí ahora si no todos acabareis como tu amiga
Al recordar eso comencé a
llorar recordarla hay colgada sangrando, no podía soportarlo. Ahora estaba más
confundida aún que era lo que estaba sucediendo.
- Niña no llores más, llorando no vas a resucitarla- ese hombre tenía razón pero no podía evitarlo- Escúchame te contare lo que sucede si me dices
porque estáis aquí- yo asentí y
tome aire para contarle todo.
Después de contarle todo
lo que paso desde ese momento en el que Sandra corrió a decirme eso, hasta el
momento en el que me encontró debajo de la mesa. T.O.D.O.
- Bueno ahora ya sé porque habéis venido pero, ¿Por qué tuvisteis que
venir a este sitio con los de sitios que hay? En fin… Pero lo prometido es
deuda. Pero primero contéstame una pregunta. ¿Crees en lo sobrenatural?
- La verdad señor, ahora me creo cualquier cosa, con ver a si a mi
amiga y el fantasma… Pero mi amiga creía más que yo en esto- Las lágrimas caen por mis mejillas cada vez que
recuerdo ese suceso.
- Vale tranquila, lo primero puedes llamarme Javier, ese es mi nombre y
lo segundo que tu amiga creía en esto lo supuse cuando la quemasteis, no muchas
chicas de su edad deciden eso tan pronto. Bueno te voy a explicar lo que
sucede. Hace muchos años aquí se produjo una guerra infernal, literalmente,
entre demonios. Mi abuelo vivió esa guerra, nosotros cazamos demonios, desde
siempre lo hemos hecho. Esa guerra comenzó aquí en estas tierras. Los demonios
siempre suelen venir a estos sitios a refugiarse, ahora mismo están aquí,
seguro que cuando llegasteis pensaron que erais cazadores de demonios, yo cace
mi primer demonio a tu edad sabes, asique lo pensarían. Y ya abras visto el
símbolo de la mesa, bueno pues no te asustes, ese símbolo lo he hecho yo, es
para espantar a los demonios- en ese momento recordé de que me sonaba ese
símbolo, Sandra llevaba un collar así con ese símbolo y claro cuando la
mataron, no lo tenía. Porque no lo llevabas te habrías salvado- Llevo aquí años esperando a que volvieran para
acabar con ellos. Pero cuando llegan justo tuvisteis que aparecer vosotros,
haciendo que pasara esto. No me tomes por loco pero… es la verdad y tuve que
advertiros que os fuerais poniendo eso en su cuerpo por eso pido perdón. Y la
última explicación que te doy para que quites las dudas de tu cabeza, el
fantasma que viste, es mi abuela vaga aquí desde que lo mataron, yo solo quiero
liberarlo vengándome de ellos.
- Mi amiga creo que no sabía tanto de esto…
- No creo que supiera mucho
- Sabia más de lo que piensas Javier - Una voz que provenía de la puerta nos hizo voltearnos para verle la
cara
- ¿¡Sergio, de que estas hablando!?
Y, ¿cómo sabes cómo se llama? Y, ¿ese cuchillo con sangre?- Me quede en sock cuando dijo eso a que se refería,
es que el sabía algo y ese cuchillo porque tenía sangre…
- Hola Sergio, entonces, ¿has decidido volver al oficio?
- Hola Javier, sabes que esto lo hago por Sandra por que ha muerto por
mi culpa, sabía que algo de esto podía pasar viniendo aquí. Por eso Irene te
dije lo que sentía por si pasaba algo porque, hay algo que debo hacer para
acabar con esto ya de una vez por todas.
Que estaba pasando yo no
podía decir nada pero, me había enterado de lo que pasaba, lo que no se es que
pretende hacer. Yo no puedo meterme en la conversación asique solo me dedico a
escuchar y valorar.
- Sergio, no me digas que encontraste el ritual para acabar con todo
esto - Sergio asintió
- Si por eso decidimos venir aquí, yo necesitaba a Sandra para hacer el
rito pero…- Sergio empezó a llorar y yo no pude evitar
abrazarlo.
- Primo ¿porque la necesitabas?- dijo Javier
- Porque una mujer pura tiene que leer el ritual dentro de un circulo
anti satánico como el de tu mesa.
- Yo lo are - es lo que me atreví a decir viendo todo el
sufrimiento y lo que había pasado.
- Irene no quiero que te pase nada te quiero demasiado no podría
soportarlo si te pasa algo
- Tranquilo te tengo a ti para que me protejas- le di un beso para que no se preocupara más, ¿tenía
miedo? Mucho. Pero tenía que hacerlo por Sandra, por su abuelo y por el
sufrimiento de ellos
- Estas segura Irene - asentí con la cabeza
- Bien, pues preparare el círculo solo necesito unos minutos para hacerlo
ellos estarán al llegar no tardaran en venir- dijo Javier cogiendo un bote de sangre que tenía en un armario
Sergio me abrazo y me dio
besos y me miro preocupado
- Espero que todo salga bien no quiero que te suceda nada
- Sergio tranquilo dentro del circulo estaré segura solo es leer el
ritual y todo abra acabado, lo único que quiero ahora es que se acabe esto y
más aún ten cuidado
- Tranquila lo tendré
- Esto está, Irene ven cuanto antes ya están…- antes de que pudiera acabar la frase unos hombres aparecieron en la
puerta, parecían normales, lo único que les cambiaba eran los ojos
completamente negros.
- Irene corre entra en el círculo- dijeron Sergio y Javier al mismo tiempo
Corrí hacia el círculo y
comencé a leer el papel.
“Exorcizamus te,
omnis immundus spiritus, omnis satanica potestas, omnis incursio infernalis
adversarii, omnis legio, omnis congregatio et secta diabolica...
Ergo, draco maledicte et omnis legio diabolica, adjuramus te ... cessa decipere humanas creaturas, eisque æternæ perditionìs venenum propinare...
Vade, satana, inventor et magister omnis fallaciæ, hostis humanæ salutis...
Humiliare sub potenti manu Dei; contremisce et effuge, invocato a nobis sancto et terribili nomine... quem inferi tremunt...
Ab insidiis diaboli, libera nos, Domine.
Ut Ecclesiam tuam secura tibi facias libertate servire, te rogamus, audi nos”
Ergo, draco maledicte et omnis legio diabolica, adjuramus te ... cessa decipere humanas creaturas, eisque æternæ perditionìs venenum propinare...
Vade, satana, inventor et magister omnis fallaciæ, hostis humanæ salutis...
Humiliare sub potenti manu Dei; contremisce et effuge, invocato a nobis sancto et terribili nomine... quem inferi tremunt...
Ab insidiis diaboli, libera nos, Domine.
Ut Ecclesiam tuam secura tibi facias libertate servire, te rogamus, audi nos”
5
Al acabar de leer no
había ni rastro de los demonios y sentía más alivio.
Aunque… Como dijo Javier
a Sandra ya no iba a resucitar.
Terminado eso fui a
abrazar a Sergio y comencé a llorar.
- Ya todo ha acabado, tranquila - me dijo Sergio acariciando mi cabeza intentando
tranquilizarme
- Chicos deberíais iros a
vuestra casa, primo ya hablo yo con tus padres de lo sucedido y tus padres
hablaran con los de Sandra para que no haya problemas con la policía ahora
vosotros solo descansar
Un año después de lo
sucedido Sergio y yo estamos más unidos que nunca. Aun recordamos lo sucedido
como para olvidarlo.
Ese día perdí a una
amiga, sentí el miedo, pero gane conocimientos de cosas que no sabía que
existían y estar al lado del chico al que amaba.